lunes, 24 de noviembre de 2008

Libro del mes – Noviembre 2008


SAGA de Tonino Benacquista

Más o menos ya he estabilizado mi jet lag. Y he decidido que me quedo en la hora de Ecuador, todo el día en manga corta.

La verdad que “Saga” debería haber sido el primer libro que os tenía que haber recomendado cuando empecé esta sección. No es un manual, no desarrolla técnica audiovisual ni de guión, pero esta novela da muchas lecciones a aquellos que escribimos en la televisión.

Y es que hace ya algunos años (creo que 8 años), mi amigo Albert, guionista catalán, me lo recomendó con la frase: “Este es el libro que toda persona que trabaje en televisión tiene que leer por obligación”. Yo, que hacia caso a lo que decía aquel socarrón catalán, me lo tragué de un tirón.

En sus páginas, “Saga” nos cuenta la historia de 4 guionistas que son repescados por un productor de televisión para escribir una serie que se emitirá a altas horas de la madrugada. Como le importa un pepino la audiencia el productor les dice: “Hagan lo que les dé la gana, con tal de que salga lo más barato posible” y les da libertad creativa. Y de ahí sale un éxito que ni ellos esperaban y les sobrepasa.

El comienzo es vibrante. La presentación de cada uno de ellos tiene gotas de genialidad. Desde la chica novelista de novela rosa (una Maria Keyes, más o menos), pasando por el guionista experto que ha trabajado con el maestro (yo creí entender que era el alter ego de Tonino Guerra, y el maestro, claro está, Fellini), pasando por el guionista francés al que le han robado un exitazo de taquilla (tipo Kassovitz), y por último, el becario, que cuenta la historia.

Pero en el transcurso de la locura que supone escribir la serie, “Saga” te habla de la capacidad de desarrollar historias, de nuestras musas y de la imaginación, y de lo vertiginoso, obsesivo y placentero que puede ser un proceso creativo. Un placer que termina con un final demoledor, original, divertido, insólito. Creo que incluso gran parte de su fuerza reside en su final.

Y es que ahora que he vuelto a Tonino Benacquista, creo que este narrador francés nos ha dado muchas y variadas razones para amar el arte de la ficción. Si aguantáis el tirón os recomiendo que después vayáis a “Otro”, ejercicio magistral sobre la fabulación.

En fin, corred a vuestra librería más cercana. Si no lo tienen, pedirlo. Si no os llega el dinero, robarlo. Yo lo dejé una vez y (menos mal) volvió a mi 1 año después. Ahora tengo 2, porque me compré otro (es que es de esos libros que no se dejan). De hecho, cada vez que entro en una librería y lo veo (no es siempre), lo compró. A más de uno se lo he regalado. Y es que no hay mejor regalo para un guionista que “Saga”.

lunes, 17 de noviembre de 2008

90 USD


He vuelto.
En Ibarra se me hizo complicado hacer una crónica. Solo había un ordenador en el hotel y siempre que me asomaba estaba ocupado.

Cansado, quemado (del sol), pero feliz y contento por la experiencia, he venido hasta con una idea (no sé si para corto o largo). El título: 90 USD (United States Dollars).

Se me hizo curiosa la forma de negociar un taxi. De Ibarra a Quito (3 horas) te puede salir por esos 90 dólares. Si sabes negociarlo claro. A Quito íbamos a hacer un enlace (mandar imágenes para la televisión) cuando ocurrió esto.

La historia no tiene que ver con la noticia, de verdad.

En el viaje me acompañó Tonino Benacquista y “Los mordiscos del alba”.

Ah! La foto de arriba la hice desde el taxi con mi móvil uno de esos días de viaje a Quito. La capital es más impresionante de noche, pero con mi móvil es imposible fotografiarla.

Os sigo contando cuando estabilice mi jet lag.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

IBARRA (ECUADOR)



Ya lo adelantaba Xavi en un comment del anterior post. Me voy a Ibarra (Ecuador) los próximos 10 días.
Será una estancia de trabajo para grabar. Salgo hoy día 5 y vuelvo el día 16 de noviembre.

Espero que aparte de trabajo pueda disfrutar el paisaje, las costumbres, las gentes, etc.

Un saludo e intento una crónica desde allí.

gab

PD. Terminé la primera fase de un guión para tele en el que andaba enfrascado. Exhausto, pero contento. Ya os cuento con tranquilidad.