domingo, 23 de enero de 2011

COMISIONES Y DOSSIERES

Hace ya unos días publiqué este post en guionistasvlc, un nuevo proyecto en el que me he embarcado con Martín Román, Paco López Barrio y Chon González.

Para quien no lo haya leído allí, aquí lo tenéis:


Ayer salieron las ayudas a desarrollo de guiones cinematográficos del ICAA 2011. Aquí podéis descargaros las bases y tenéis de plazo hasta 15 de febrero inclusive. Esto lo digo porque, aunque no vaya a hablar exclusivamente de la convocatoria (sus pros y contras los dejo para los comments), sí que hilo el tema con algo que me parece fundamental para este tipo de convocatorias: los dossieres.

En mi corta vida como guionista, me he encontrado muchas veces intentando desarrollar un proyecto, elaborar un dossier que venda esa idea (documental, corto, largo, serie, programa, etc). A veces podía llevar a buen puerto el proyecto, otras no. Y en las que no, intentaba siempre valorar cuál era el porqué, qué criterios habían hecho que el proyecto desarrollado no fuera interesante, atractivo, tuviera un hecho diferencial (algo que oiremos comúnmente), y como podía mejorarlos (sí, porque es importante no tirar la toalla a las primeras de cambio).

Ahora me sitúo en el otro lado. En mi más corta vida como “lector” (lo utilizo entre comillas porque no sé si es la palabra correcta, pero para que me entiendan, como miembro en comisiones de muy diverso tipo), siempre he buscado el proyecto que me llegue, sea útil, sincero, emotivo, que despierte mi interés y quiera saber más, en definitiva, el que me salte el gusanillo en el estómago.

Desde hace ya un tiempo pienso en qué es lo que tiene que tener un dossier para gustar, cuáles son los ingredientes claves. No voy a dar aquí una fórmula mágica de cómo desarrollar un dossier, pero sí creo conveniente que no se nos pase ciertos aspectos, que por dejadez, prisas, olvidos o simple desconocimiento, llegamos a obviar en estos dossieres.

1) Sinopsis.

Esos pequeños argumentos que nos ayudan a descifrar nuestras historias son la causa de muchos contratos, ayudas o pre-ventas, pero también el mayor de nuestros atascos. Es importante recordar la necesidad de sinopsis sintéticas, que nos expliquen en pocas palabras gran parte de la historia. Quitar las ramas para ver el tronco. Ha de estar claro el qué de la historia, pero también, quién (nuestro prota), el cómo y el porqué (su objetivo). Hazte estas preguntas cuando la vuelvas a leer.

En mi caso también hay algún apunte lingüístico (mi formación filológica me pierde): usa frases cortas pero bien construidas. Evita tiempos verbales como “empieza a”, “va a hacer”, “acaba de”. Ve directo. En vez de: “Julián empieza a vestirse” = “Julián se viste”. Cuenta con dinamismo, visualmente.

2) Memoria de dirección / memoria de intenciones.

En el qué explicamos el cómo, la manera que esa historia, nuestra historia, se va a ver reflejada en el guión. Los modos, las texturas, las referencias (reconozco que yo suelo ser muy referencialista en estos casos), que transitan por nuestra historia.

Tengo que agradecer a Alex Montoya que me ha prestado la memoria de su premiado corto Marina, y que tuve la suerte de leer en una comisión antes de verlo en pantalla. Rescato algunos párrafos de la memoria:

“El amor que surge entre una chica que aún no es del todo adulta con un hombre que aún no se siente mayor.”

“Nuestra intención es huir del feísmo que a veces acompaña a este tipo de temáticas y mostrar a estos personajes como intemporales, buscando en el espectador la sensación de que ambos estaban destinados desde el principio a terminar juntos.”

“Buscando potenciar la sensación de intimidad entre los personajes protagonistas, el corto estará poblado de ruiditos, de susurros, de crujidos de madera, de sonidos apagados de ropa, del colchón y del gruñir de los muelles de la cama. Todo ellos mecido por el omnipresente sonido del mar.”

Aunque la memoria es algo más extensa rescato estos tres momentos. ¿Por qué? La primera frase me está contando con pocas y precisas palabras, la historia. En la segunda encontramos el estilo visual del corto. Por último nos refleja los sonidos, el ambiente que debemos oír. Decir más con menos.

3) Guión – tratamiento.

Dependiendo de la convocatoria, este será el documento base de todo el dossier, pero cuidado: muchos lectores no llegan a él si la sinopsis no les ha seducido.

Más allá de qué es una buena o mala historia (habría que entrar en qué es historia y que no), lo interesante es escribir sintetizando nuestras ideas. Debe quedar claro nuestro prota, nuestro conflicto, debes usar el diccionario como una paleta de colores un pintor. Es importante que sepáis lo cansado que se hace leer tratamientos donde los verbos de acción son omitidos, donde “hacer”, “ser”, “estar”, etc, son los protagonistas. Leer es imaginar, y una buena metáfora nos trasporta a otro mundo. Un ejemplo sencillo. Hoy mismo he estado dando clases sobre Ionesco. Estas frases de La cantante calva me ha parecido interesantes: “Se puede demostrar que el progreso social está mucho mejor con azúcar” o “Tomen un círculo, acarícienlo, y se hará un círculo vicioso”. Sugerir es mágico.

4) Currículum

Discrimina la información no relevante sobre el sector. A los más principiantes les da por poner cada pequeña colaboración en cualquier revista, programa de radio, etc, con el tiempo te das cuenta que lo que se sale de una hoja, es superfluo. Yo ahora solo pongo una página, y me sobra.

Acentúa solo aquello que pueda ser interesante, y si tu currículum no es el del creador de Los Soprano, tranquilo, no es cuestión de aparentar más, solo de no añadir aquello que no has hecho.

5) Plan de trabajo

Vamos a los apartados más prosaicos. Existen programas específicos para este tipo de documentos. El Movie magic tal vez sea el más conocido. Yo reconozco que empecé haciendo planes de rodaje con el excel, y sigue siendo efectivo.

Ahora, un consejo: planes reales, verosímiles, claros, lógicos. Recuerdo en una convocatoria donde había una serie de proyectos a apoyar. Yo puse algunas pegas a uno de ellos. No es que fuera poco interesante, estaba dentro del nivel, pero a esas alturas había que descartar por calidad, por aquello que los hacia diferentes en todos sus aspectos. A mi me llamó la atención que el proyecto tenía una plan de rodaje de 12 horas de rodaje al día! Vamos a ver, está claro que es un corto y si se lo pagas al equipo y las quiere hacer, adelante, pero a priori no puedes hacer un plan de rodaje donde pretendas eso de entrada. Esa persona no sabía que era un plan de rodaje, estaba claro.

6) Presupuesto.

En este aspecto recomiendo encarecidamente buscar profesionales de la materia. Es el único punto del dossier que nunca me he atrevido a hacer solo, aunque sí que he podido apuntar ideas. No tengáis miedo a buscar a alguien de producción que pueda ayudarte, seguro que lo hará agradecido. Hace poco lo hice con una conocida.

A este punto es importante (si hablamos de cortos) conocer los baremos que existen por rango y departamento. En ocasiones por exceso o por defecto, los presupuestos se hinchan o se hacen exiguos, y eso merma la percepción del proyecto. Que queréis hacer vuestro corto, ok, pero poneros un sueldo, a vosotros y a vuestros ayudantes, jefes de equipo y demás personal.

7) Anexo de documentación.

Esa parte del dossier en la que nunca se sabe qué poner.

Recomiendo que elaboréis un casting. Lo que más resultado tiene, obviamente son los actores / actrices con tirón comercial. No es lo mismo decir que tienes a Amaia Salamanca que a Vicky Martínez (con todos los respetos a la tal Vicky). Aunque hay que tener cuidado. Se extiende la moda de poner nombres famosos porque sí, y un avispado lector va a pillar enseguida si aquello puede ser factible o no. Además de las cartas de compromiso, es importante ver el perfil de los personajes y encontrar el casting real.

También es útil el storyboard, pero debemos ser cuidadosos, porque en ocasiones, hay dossieres que parecen los presupuestos generales del Estado! Podéis entregar una muestra, seguro que se harán una idea del estilo.

Otra cosa que puede venir bien son unas fotos de las localizaciones reales (o los decorados). Da muestra de haber hecho un buen trabajo de campo.

8) Otros aspectos a destacar.

- Las correcciones de estilo. Que todo tenga el mismo tipo de letra, la misma grafía y tamaño de fuente ayuda. Hay grafías que no invitan a leer (a mi, lo siento, pero leer un guión en Comic sans, como que no).

- El diseño. Que podéis entregar el dossier tal cual, ok. Pero seguro que ganas puntos con una portada bien diseñada, unas buenas fotos, un apunte de color en los separadores, un diseño que no apelotone el texto, etc.

- Donde hay un buen índice, no manda el desconcierto. Un índice te ayuda a situarte, a no perder tiempo y saber qué estás leyendo en cada momento.

En fin, no os doy más la brasa. Vende tu idea, hazla tan del que la lee como tuya, haz que se lo crea, que la sueñe, que la ame, pero sobre todo, créetela tú.

Recordad, tenéis hasta el 15 de febrero para presentaros a las ayudas a desarrollo de guiones del ICAA. Son 15 ayudas de 40.000 euros. Una de ellas puede ser tuya.

Ahora, si este post te sirve para algo y te llevas una, me invitas a una caña :)

2 comentarios:

Miguel Artiaga Maciá dijo...

Un gran post! Para los que estamos intentando meternos en el mundillo nos es de mucha ayuda. Gracias y enhorabuena ;)

Nacho López Murria dijo...

ganas de complicar las cosas!