martes, 20 de mayo de 2008

El libro del mes (Mayo 2008)


“Cuéntalo bien. El sentido común aplicado a las historias”

También publicado en Séptimo vicio.

Fue David Muñoz (más bien su blog) quien me puso tras la pista de este curioso relato de Ana Sanz-Magallón. Un libro corto que se lee de una sentada (o en un viaje, que es mi caso), y que viene muy bien para desengrasar la máquina antes de una escritura, una reescritura o una primer tratamiento de un guión (o novela, o relato, o ...).

¿Cuáles son sus aciertos?
Ser directa, lo primero. Al grano al grano, que la paja ya la ponen los manuales. A veces va tanto al grano que se olvida de los caminos por donde circular. Los personajes, por ejemplo, los trata muy por encima, pero se le perdona por píldoras de verdad como estas: “Generalmente, a esta conexión se la llama empatía. La empatía supone ponerse en la piel del otro, entender sus experiencias y emociones. No significa que ese otro te caiga bien ni que apruebes su conducta, pero sí que puedas ver las cosas desde su punto de vista.” Lo que lleva a hablar de la diferencia entre simpatía y empatía con un personaje. Y es que este no-manual (como constantemente nos recuerda la autora) esta lleno de lucha de contrarios para que con este paralelismo, entendamos bien como aplicarlos (“tesis y antítesis”, “deseo y necesidad”, etc).

Otro acierto: su tono desenfadado. La verdad, estaba harto de esos manuales de guión que lo que hacen es sentar cátedra (falta decir amén al final de cada capítulo). No conozco a la autora, pero parece que te estés tomando un café con ella y te explique en ese momento todo esto. Se basa mucho en las anécdotas e historias que contamos en las cenas entre amigos (Debe ser una debilidad suya, digo yo), y eso lo hace ligero y ágil. Es verdad que no encontramos grandes reflexiones en sus páginas, pero bueno, sabías a lo que venías, ¿no?

Machaca bien los conceptos (objetivos de la historia, arco de transformación de los personajes,...), pero esto es algo que en pedagogía es esencial, y aunque puede parecer repetitivo, se convierte en un acierto.

Y como parte del sentido común, ella misma lanza el órdago: “No te estoy diciendo nada que no sepas, ya lo sé”. Yo añado: “¡Te lo estoy recordando, que se te olvida!”. Y es que tal vez el pero más grande que se le puede hacer es que aquello que nos dice ya lo sabemos, y que está a medio camino entre la repetición (buena y positiva) y la proscrastinación (peligrosa). En fin, en esa lucha de contrarios se encuentra el no-manual.

Yo lo recomiendo para guionistas noveles (por supuesto), para aquellos que están en el dique seco en alguna de las versiones (como el personaje de Nicolas Cage en Adaptation), y para aquellos que se dedican a otras historias: relatos breves, teatro, cuentacuentos,...

Para acabar un par de ideas de la autora: “Un guión o una novela no es un ligue de verano, sino una pareja para varios años, así que sé selectivo. La convivencia desgasta: conlleva roces, desilusiones y renuncias”. Y esta otra: “Lo peor que puede pasar, si no encuentra su hueco, es que nunca ganes dinero como escritor. No es tan grave, ¿no?, porque no me vas a decir que lo mejor que se te ha ocurrido para ganar dinero es ponerte a escribir en España...”

Me quito el sombrero :)

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