lunes, 12 de mayo de 2008

...MUERTO (2)


Viene de...
Mientras conduzco dirección a Coimbra en mi teléfono suena un bip, bip. Lo miro y pienso que luego le echaré un vistazo. Deliciosa la canción de la radio. En una radio portuguesa suena "September in the rain" de Dinah Washington. No la conocía, pero suena tan a Ella, a la Fitzgerald, que me ha puesto los pelos de punta.

Llegamos a Coimbra, a las nueve de la noche. La ciudad está atestada de "tunos". Lo sé, no lo son, pero con esas capas negras, lo parecen. Hoy es el día grande. Se entonará la "serenata". Buscamos hotel. Nos colamos en uno precioso, angosto y lleno de escaleras. Pienso en Ray y en el bacalao de 3 euros.

Hoy vamos a cenar una franceshina. "Vinho verde, por favor." Sigo pensando en Dinah, en septiembre, en como será el color de Coimbra en esa época. Al salir de la taberna, medio pedo, una estudiante me vomita delante. "Bienvenido a Coimbra" comenta alguien.

Vamos celebrando con ellos esa "serenata" camino arriba. Nunca sé donde pararemos, solo sé que cada calle estrecha que subimos nos encontramos con más y más "tunos". Finalmente llegamos a una gran plaza: la Universidad. Coimbra viva! Joder, como beben estos portugueses.

Nos animamos hacia donde dicen que se canta la "serenata". En el camino sacamos vinho y cervezas de los bares que vamos cruzando. Al llegar a Sa vella, un gran griterío escolta la "serenata". Pero yo sigo oyendo a Dinah.

En ese momento, ya borracho recuerdo: el mensaje. Tiro a abrir el teléfono de concha y cae al suelo. Me arrodilló para localizarlo: "Joder, no se pueden estar quietos". Las dos chicas que me acompañan me hacen corro. Cojo el móvil. Tiene un mensaje. Es Ray: "Querido Gab". Sonrío. Solo él podía escribir una cosa así. Se habrá caído borracho en el Duero. Je. Me apoyo en un coche. Es una ambulancia.
- Sería irónico que me tuviera que llevar este taxi. El conductor, claro, no me hace ni puto caso. Apoyado como he podido en una ambulancia acierto a contestarle: "Coimbra cojonuda. Dinah, un encanto. Bajas o quedamos en Santa Maria de la Feira?". Envío.

Me adentro entre la multitud sabiendo que tal vez el resto de la noche no lo llegaré a recordar mañana.

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